"En el dominio propio", 15 de mayo
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Isaías 53:7. Ha surgido gente sin dominio propio; no han puesto freno a su genio ni a su lengua; y algunos de los tales pretenden ser seguidores de Cristo, pero no lo son. Jesús no les dio tal ejemplo... Algunos son nerviosos, y si comienzan a perder el dominio propio en palabra o en genio ante la provocación, se intoxican tanto con la ira como el ebrio con su licor. Son irrazonables y no es fácil persuadirlos o convencerlos. No están sanos; momentáneamente Satanás los domina en forma plena. Cada una de estas manifestaciones de ira debilita el sistema nervioso y las facultades morales, y hace más difícil el dominio de la pasión frente a otra provocación. Para esta gente hay sólo un remedio: un dominio propio positivo en toda circunstancia. El esfuerzo tendiente a colocarse en lugares favorables, donde la voluntad propi