"El segundo toque" Domingo 12 julio | Escuela Sabática
Hay aproximadamente 25 milagros curativos distintos en el Nuevo Testamento realizados por Jesús. En más de la mitad, un pariente o un amigo lleva al individuo a Jesús para que lo sane. Muchas personas nunca vendrán a Jesús a menos que alguien que tenga fe los traiga. Nuestro papel es convertirnos en “presentadores” y acercar personas a Jesús.
La segunda palabra que es digna de nuestra consideración en Marcos 8:22 es la palabra “rogaron”. Puede significar “suplicar, implorar o exhortar”. Implica un pedido más suave, amable y gentil que una demanda ruidosa y bulliciosa. Los amigos de este hombre amablemente suplicaron a Jesús, creyendo que tenía tanto el deseo como el poder de ayudar a este hombre. Puede ser que el hombre no haya tenido fe en que Jesús podría sanarlo; pero sus amigos, sí. Algunas veces debemos llevar a otros a Jesús sobre las alas de nuestra fe.
Lee Marcos 8:22 al 26. ¿Por qué crees que sanó al ciego en dos etapas? ¿Qué lecciones tiene esta historia para nosotros hoy como testigos de Jesús?
¿Es posible que nosotros tampoco veamos a la gente con claridad? ¿Los vemos a veces más como “árboles que andan”, en forma vaga y sombría, que como candidatos para el Reino de Dios? ¿Qué crees que nos lleva a veces a no ver claramente a las personas?
■ ¿Es posible que nosotros tampoco veamos a la gente con claridad? ¿Los
vemos a veces más como “árboles que andan”, en forma vaga y sombría, que
como candidatos para el Reino de Dios? ¿Qué crees que nos lleva a veces a
no ver claramente a las personas?